Arrotz (Extranjero, variación Nº 1)

Arrotza (del euskera) traduce simultáneamente “el extranjero” y “el extraño”. La imagen del extranjero opera en esta obra como catalizador del extrañamiento -producto del encuentro con lo otro- y, por tanto, como vehículo de agitación de la conciencia. Dentro de paradigma híper acelerado de producción y consumo propio del capitalismo digital del siglo XXI “extranjeras” vendrían a ser todas aquellas corporalidades que se encuentran fuera de la norma y sin embargo se ven forzadas a adecuar su propia subjetividad en un ritmo cada vez más inhabitable.

Por tanto, la imagen del extranjero se manifiesta como la intervención desde un cuerpo que irrumpe con su presencia para proponer, desde unos gestos mínimos y el despliegue de un tiempo perceptual no cronológico, fugas poéticas a modo de resistencia.

Arrotz (Extranjero No. 1) se configura como intervención site specific que actualiza la Capilla del Enclave Pronillo como espacio consagrado a la contemplación y, por tanto, apropiado para favorecer la creación de un marco espacio-temporal que haga del tiempo un territorio habitable. La instalación está compuesta por un vídeo mono canal sin sonido de 50 min. de duración y una intervención sobre el espacio elaborada con mantas isotérmicas (o mantas de emergencia). Ambos elementos remiten, por una parte, a la tradición pictórica asociada a los motivos religiosos: el dorado con pan de oro, el valor simbólico de la luz y del color amarillo y, por otro lado, la vulnerabilidad del cuerpo como factor que nos permite pensar desde la alteridad y que posibilita subvertir la concepción tradicional del poder asociado a la fuerza.

Arrotz (Extranjero, variación No.1)
Intervención site-specific
Vídeo monocanal (56´), madera y mantas de emergencia
Enclave Pronillo. Santander.
2023